Alejandro Orellano tiene la característica de ser uno de los escasos titiriteros que habita en el distrito de Ezeiza y en base a mucho sacrificio puede ganarse la vida con esta actividad. "El arte te mejora la vida, aunque no te hace más inteligente. Lo que más me reconforta es saber que un pibe tiene una alegría con una función de títeres, que es una mezcla de magia y realidad", aseveró Orellano, de 28 años, quien habita en Ezeiza desde hace 15.Egresado de la Escuela Municipal de Titiriteros de Avellaneda, Orellano aprendió la construcción y manipulación de los títeres y las marionetas. "Hay infinidad de títeres y la construcción depende de la creatividad de cada uno. Entre los títeres se destacan los de guante y los de mesa", sostuvo el titiritero, para luego agregar que "en la Argentina hay dos tendencias entre los titiriteros. Está el itinerante que va a los pueblos y recorre todo el país como el caso de Javier Villafañe. El otro es más de sala, más europeo, que estudió en el Teatro San Martín, y que trabaja códigos no tan populares, y maneja el abstracto. Yo soy un poco de los dos. Puedo trabajar enana plaza o en un centro cultural con obras con contenido o con metáforas".
Nacido en Santiago de Chile, Orellano llegó al país a los 3 años: "desde chico me gustó todo lo referido al arte. La secundaria la hice en el Polivalente de Arte del Barrio Uno, en donde teníamos contacto con la música, la plástica y el folklore. Cuando terminé la secundaria fui por curiosidad a la Escuela de Titiriteros y el trato del director fue tan bueno que me entusiasmé. Durante algunos años trabajaba en otra cosa y además de titiritero, hasta que hace 5 años pude dedicarme completamente a esta actividad, trabajando en las escuelas de Ezeiza, Esteban Echeverría y Almirante Brown. Los interesados en contratarme para cualquier evento pueden llamar al teléfono 4295-4030. En el verano estuve en varias ediciones del festival de Cosquín, siempre trabajando a la gorra. También doy talleres en Patios Abiertos, en las escuelas, para chicos y docentes. Mi sueño es dar talleres en los comedores, en los hogares de menores, y en las escuelas en donde los chicos no puedan pagar. Estoy llevando adelante una movida, en donde les pido a las personas que firmen un petitorio para que en el distrito de Ezeiza puedan desarrollarse otras expresiones artísticas".
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