Se entregaron los premios IV Certamen Nacional de Cuento Breve, organizado por Acento Poético. La Palabra de Ezeiza publicará los 8 elegidos durante el verano.
Con el cuento “Una mirada secular y sabia”, Paola M. Ippolito obtuvo el primer puesto del IV Certamen Nacional de Cuento Breve, organizado por Acento Poético con el auspicio de La Palabra de Ezeiza. La entrega de diplomas se efectuó el sábado 28 de noviembre, en el salón René Fernández Campbell de Acento Poético (Conquista del Desierto 314, de José María Ezeiza), con la presencia de los integrantes del jurado y una importante cantidad de público. El segundo lugar fue para el cuento “Florecido en pájaros”, de Norma Tozzi, y el tercero para “El día que la mandé”, de Alejandro Sikora.
Se entregaron cinco menciones. La ganadora Paola M. Ippolito obtuvo una de ellas con “Relojes desangrados”, y, además, fueron destacados los relatos “Nada más que una piedra”, de Mercedes Espinosa; “Dos corazones al cielo”, de Mirta Cresta; “Culpa absurda”, de Alicia Borgogno; y “La mujer”, de Sonia Abetti. El jurado estuvo integrado por María Inés Iribarne (presidenta de Acento Poético), Adriana Burgos, Marcelo Cóppola, Hugo Oase y José María Marcos (director La Palabra de Ezeiza).
VARIEDAD DE TEMAS
“Los jurados agradecemos a los ganadores del IV Concurso de Cuento Breve por haber participado y por darnos la posibilidad de pasar un buen momento con sus historias —dijo José María Marcos, en el inicio de la entrega de diplomas—. Se trata sin dudas de relatos muy variados, y eso merece ser destacado. ‘Una mirada secular y sabia’, de Paola Ippolito, aborda su historia a través de una presencia fantasmagórica, que dialoga con el protagonista y va creando un clima de misterio, para conducirnos a un desenlace sorprendente. ‘Relojes desangrados’, el otro relato de Paola Ippolito, toma el camino del surrealismo y homenajea a Dalí en una prosa colmada de poesía. Por su lado, Norma Tozzi en ‘Florecido en pájaros’ nos muestra la presencia de la magia en nuestras vidas, a través de la mirada de un niño. Alejandro Sikora, en ‘El día que la mandé’, mueve los hilos del tiempo y nos recuerda, con humor y cruelmente, que ciertas decisiones en la vida son irreversibles. Mercedes Espinosa, en ‘Nada más que una piedra’, recrea la historia de alguien que va a un casting, y una piedra es la metáfora sobre la cual teje y desteje sus ilusiones. Mirta Cresta, en ‘Dos corazones al cielo’, aborda el melodrama para contar la fuerza que tienen ciertos vínculos a través del tiempo. Alicia Borgogno, en ‘Culpa absurda’, nos cuenta desde el drama que no siempre es bueno ir postergando nuestros compromisos, porque a veces podemos llegar muy tarde. Y el relato ‘La mujer’, de Sonia Abetti, nos sumerge en una historia tenebrosa de muerte, con una atrapante vuelta de tuerca. Todos estos cuentos van a ser publicados por La Palabra de Ezeiza durante enero y febrero, y ojalá que los futuros lectores disfruten de ellos tanto como nosotros, los jurados. Gracias de nuevo a los autores, y felicitaciones por haber creado estas historias”.
Cuentos para leer en el verano
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