El músico, que reside en Ezeiza junto a su padre, ingresó al Libro Guinness de los Récords, al superar al belga Gary Halo, que tenía la marca de 85 horas.Fernando Ballestrasse, un baterista que vive en Ezeiza, ingresó al Libro Guinness de los Récords, al estar tocando la batería durante 89 horas y 6 minutos (casi cuatro días), superando el récord que tenía el belga Gary Halo. "Este logro se lo dedico especialmente a mi madre Doralia que falleció el 22 de diciembre de 2006. Existía una relación muy especial entre ella y yo. Era mi mejor amiga. Ella me apoyaba y por eso hice este sacrificio", expresó a LA PALABRA el músico, quien concretó la importante marca en el boliche "Punto Límite", situado en Dardo Rocha al 100, de Monte Grande, en donde trabaja como barman y se destaca preparando los tragos "The Police" y "Nafta Súper".
Ballestrasse tiene 33 años, se crió en el Barrio Uno y estudió la primaria en la ex Escuela Nº 38 (actual 15). Estudió música en el Polivalente de Arte, cuando estaba en el distrito de Ezeiza. Continuando con su perfeccionamiento como músico, tuvo como profesores a Fernando Samalea (baterista de Cerati), Willy Iturri (baterista de GIT) y Daniel Columbres (baterista de Fito Páez), entre otros. Fue asistente de varias bandas y estuvo encargado del diseño gráfico, durante 2 años, de la página web de Soda Stéreo.
"¿Cómo se me ocurrió hacer el récord? Todo empezó cuando estábamos con una gira con Siete Delfines, en Mar del Plata, y hablando con los muchachos les dije que me gustaría ser reconocido. Ellos me dijeron que tenía que hacer algo en donde sobresalga y se me ocurrió entrar al Guinness. Primero lo iba a hacer en Capital pero se pinchó. Luego en Monte Grande o en Ezeiza pero no encontraba eco. Hasta que la gente de la radio Rock and Pop, más precisamente a través del programa de Juan Di Natale me empezó a ayudar, consiguiéndome el reloj. Después me tuve que inscribir en la página de Guinness y me autorizaron a hacerlo, aunque hay que seguir exhaustivamente el reglamento que me enviaron", expresó el baterista.
"Cada hora se podía descansar 5 minutos, pudiéndose acumular 20 minutos durante 4 horas. En ese tiempo aprovechaba para comer, ir al baño o dormir. Comía sanguches de miga, barras de cereal y tomaba Gatorade y Speed. Los médicos me controlaban bastante seguido. Además, en el bar siempre hubo gente, porque estuvo abierto las 24 horas. Tenía una computadora que me tiraba la música. Armé un enganchado de 8 horas con temas tranquilos de Soda Stéreo, Phil Collins y David Bowie, entre otros. Tengo que agradecer a Nicolás Del Parto que me prestó la batería", señaló Fernando Ballestrasse.
"El récord quedó documentado a través de una filmación. Además, cada hora dos testigos tenían que firmar dando fe de lo que estaba ocurriendo. Inclusive firmó el intendente Fernando Gray, ya que las personas reconocidas por el pueblo tienen que firmar. También firmaron distintas personas como un escribano, el maestro de música Pablo Moreno y Braulio de Siete Delfines. A través del programa radial de Andy Kutnezoff, hablé con una representante de Guinness, de Londres, quien me dijo que ya estaban enterados. Toda la documentación la tengo que mandar a Guinness para que el récord sea homologado", aseveró el músico, quien quedó con algunas secuelas físicas: "me quedó doliendo la columna debido al aplastamiento de las vértebras. También me quedaron doliendo los riñones. Las manos me quedaron ampolladas y con sangre. Hubo un momento en el que los médicos querían que dejara de tocar, porque no reaccionaba, estando perdido en tiempo y espacio. Hay cosas que no me acuerdo. Pero según está en el video, nunca dejé de tocar. Pasando las 72 horas, hubo un momento en el que me parecía que estaba soñando. Cuando podía, dormía 10 minutos en una colchoneta y seguía tocando".
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