Un violento temporal acaecido a comienzos de marzo provocó serios daños en varias de las colecciones que había en la Biblioteca Popular "Domingo Faustino Sarmiento", situada en Marotto 361, de Tristán Suárez. "Unos 200 libros murieron y otros 500 están en terapia, muy enfermos, ya que se enferman con hongos e infectan a los demás, por lo que no los podemos ofrecer al público ni tampoco reemplazarlos porque no contamos con el dinero suficiente", explicó el director de la biblioteca, Gustavo Rosas, para luego añadir que "esa tormenta de comienzos de marzo provocó que se filtrara agua en el piso intermedio, arruinándose muchos libros. El 3 de marzo debimos cerrar y partir del 7 de abril pudimos reabrir aunque lamentablemente no tenemos 20.000 pesos para la reparación total del edificio".
Rosas —quien además es músico profesional— indicó que "el agua afectó la parte de novelas y otro sector donde había enciclopedias de iluminación y electricidad en el que se arruinaron algunos tomos de luminotecnia que es muy consultado ya que hay mucha gente que tiene ese oficio y quizás no tiene donde consultar esos libros. Además afectó el sector de referencia (libros más utilizados en la biblioteca) en donde se mojaron diccionarios y una enciclopedia que es muy útil".
El bibliotecario señaló que "tenemos un servicio de información al ciudadano que consiste en una buena base de datos, en la que pueden consultar derechos de la mujer, políticos, migración, asesoramiento legal en cuanto al derecho laboral, organizaciones del estado y civiles privadas, seguridad, reclamos como usuarios, como consumidor, como ciudadano, reclamos al estado nacional, provincial y municipal. Nosotros los asesoramos facilitándoles los teléfonos y las direcciones. Tal vez podríamos trabajar de manera conjunta con otras instituciones y poder contar con personal".
Uno de los lugares más atractivos de la biblioteca —el año que viene cumplirá 50 años— es el rincón infantil "Vientos de estrellas", que lleva por nombre el título de una obra del maestro Luis Iglesias, quien trabajó en la escuela rural Nº 11 de Tristán Suárez. Rosas reflexionó sobre la comunidad: "tiene que darle importancia a la biblioteca y además cuesta que el compromiso de la comunidad sea sustentable en el tiempo. La biblioteca cuenta con 150 usuarios por día, con atención al público 24 días al mes. Tiene unos 786 socios de los cuales no todos tienen pago sus cuotas al día. Cuenta con los siguientes servicios gratuitos: préstamo de material en sala, hemeroteca, sala infantil de lectura, búsqueda en enciclopedias digitales, préstamos interbibliotecarios y a domicilio (para socios) y arancelados como internet, uso de PC para realizar trabajos, fotocopias, copiados en CD-R o CD-WR, fotocopias color, escaneados e impresiones".
A raíz de las diversas dificultades por la que fue atravesando la biblioteca, Rosas aseveró que "hemos tenido que recortar el horario, de lunes a viernes de 10 a 16 y los sábados de 9 a 12. Yo a esto le veo dos aristas: primero la falta de compromiso del ciudadano común, jóvenes, grandes, mayores, en este tipo de instituciones y no se tiene en cuenta que se hacen un montón de cosas por el bien común, ya que eso es lo que hace una institución sin fines de lucro, y a la vez participar por que hay que generar ideas, no ideologías. Por ejemplo nosotros queríamos hacer un bibliomóvil o colocar tipo kioscos en lugares que estén un poco alejados para que la gente pueda acceder y tenga posibilidades de leer, colocar por ejemplo uno en Spegazzini, otro en la Unión, otro en Suárez, pero no podemos porque hay que tener el dinero adecuado para esto. La otra arista es que el estado nos asista. No hay una política de desarrollo cultural. Es tiempo de pensar en grande y a futuro, y esperamos el compromiso de la gente. Los talleres que actualmente se dictan son: dibujo y pintura (jueves y viernes), goma eva (viernes) y folklore (miércoles y jueves de 18 a 19).
Además hay cursos de ajedrez, arte francés, bordado chino, cestería japonesa, corte y confección, danza árabe, decoración de tortas, dibujo artístico, historieta/comic, guitarra y teclado, informática básica para chicos y adultos, inglés, muñequería country, periodismo, pintura decorativa, porcelana fría, teatro para niños y velas.
La Biblioteca de Suárez, en un momento difícil
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