Desde el lunes pasado se viene realizando en el Salón de la Comunidad de la Municipalidad de Ezeiza, la 2ª. Exposición Municipal del Ente Cooperativo Penitenciario, en donde los internos del Complejo Carcelario muestran los distintos trabajos que realizan, desde alimentos, hasta artesanías. Hoy jueves estará abierta de 10 a 15, y mañana viernes a las 14.30 se llevará a cabo el cierre de la misma, con la presencia de autoridades nacionales y de la Banda de Música del Servicio Penitenciario Federal, según informó el Bloque de Concejales del Frente para la Victoria del H.C.D. de Ezeiza, principal impulsor de la muestra.
Carlos Dalguenet, subajuntor del Servicio Penitenciario Federal, de la Unidad Nº 3 de Mujeres de Ezeiza, señalaron que "hay numerosos talleres que las internas pueden realizar, por ejemplo, en el de costura hacen sábanas de una plaza y media, y de dos; salidas de baño, batas para niños, manteles, servilletas. En el taller de encuadernación trabajan haciendo agendas, anotadores, cajas y organizadores para escritorios, entre otras cosas. En el taller de tejido realizan labores con diferentes hilados. En el de muñequería: alfombras para cuartos de niños y muñecos de peluche. También funciona un taller de serigrafía. Asimismo, se realizan productos elaborados, como tartas, alfajores, facturas, repostería y pastas frolas. A estos talleres están abocadas cerca de 200 internas, que realizan su trabajo, y reciben su peculio por el mismo. La idea es que puedan insertarse en el área laboral, una vez que estén nuevamente en libertad".
Luego, Dalguenet, agregó que "el proyecto productivo se articula por medio de las jefas de división, que primeramente evalúan y calculan los costos para la compra de los materiales que se van a utilizar en los diferentes trabajos. Luego las profesoras, en diferentes áreas, explican a las internas trabajadoras las técnicas que se van a utilizar para la realización de los mismos. Y aquí están los resultados terminados. Realmente se ve que hay una producción cuidada y está totalmente realizada por las internas. La idea de hacer laborterapia, se amplía si uno ve que en el futuro, estas mujeres pueden trabajar en estos empleos, cuando recobren su libertad. También hay una huerta en la que trabajan otras internas, pero no están a la venta los productos, porque son utilizados en el mismo penal".
En la Unidad Nº 19, nueve internos trabajan en la fabricación de quesos, dulce de leche y ricota. "Elaboramos quesos cuartirolo, pategras y reggianito. La idea es que los internos tengan una reinserción en el ámbito del trabajo, que lo pierden una vez que quedan detenidos. Es por ello, que los que están próximos a salir, o que ya tienen salidas transitorias los fines de semana, necesitan el empleo porque los beneficia doblemente. Por un lado, ellos al trabajar, emplean su tiempo y reciben su pago, y por otro es una salida laboral el día que estén afuera del penal", puntualizó Héctor Pereyra, ayudante de 4ª. en el penal de hombres de Ezeiza.
"La mayoría de los que están trabajando en estos momentos, comenzó sin tener conocimientos en la elaboración de quesos y dulces. Ahora, en la actualidad, un grupo se encarga del moldeado de los quesos y llevarlos a la prensa. Otro grupo se ocupa de la elaboración en sí, de los productos, en el que utilizamos aproximadamente 700 litros de leche diarios. Contamos con tambos propios, así que no nos afectó el paro del campo.
También tenemos en el penal, talleres de porcicultura (cría de porcinos), taller de herrería en lo que se realizan desde sillas, mesas de hierro, hasta lámparas de pie. También hay un taller de mecánica, carpintería, chapa y pintura y alimento balanceado. Para acceder a los diferentes talleres, el interno debe tener buena conducta, y poseer una buena actitud de trabajo. Entre los internos que están en el taller de quesería, hay uno que está en la elaboración desde hace tres años, otro que está estudiando peluquería y otro que estudia derecho, fuera del penal", sostuvo Pereyra.
Carlos Dalguenet, subajuntor del Servicio Penitenciario Federal, de la Unidad Nº 3 de Mujeres de Ezeiza, señalaron que "hay numerosos talleres que las internas pueden realizar, por ejemplo, en el de costura hacen sábanas de una plaza y media, y de dos; salidas de baño, batas para niños, manteles, servilletas. En el taller de encuadernación trabajan haciendo agendas, anotadores, cajas y organizadores para escritorios, entre otras cosas. En el taller de tejido realizan labores con diferentes hilados. En el de muñequería: alfombras para cuartos de niños y muñecos de peluche. También funciona un taller de serigrafía. Asimismo, se realizan productos elaborados, como tartas, alfajores, facturas, repostería y pastas frolas. A estos talleres están abocadas cerca de 200 internas, que realizan su trabajo, y reciben su peculio por el mismo. La idea es que puedan insertarse en el área laboral, una vez que estén nuevamente en libertad".
Luego, Dalguenet, agregó que "el proyecto productivo se articula por medio de las jefas de división, que primeramente evalúan y calculan los costos para la compra de los materiales que se van a utilizar en los diferentes trabajos. Luego las profesoras, en diferentes áreas, explican a las internas trabajadoras las técnicas que se van a utilizar para la realización de los mismos. Y aquí están los resultados terminados. Realmente se ve que hay una producción cuidada y está totalmente realizada por las internas. La idea de hacer laborterapia, se amplía si uno ve que en el futuro, estas mujeres pueden trabajar en estos empleos, cuando recobren su libertad. También hay una huerta en la que trabajan otras internas, pero no están a la venta los productos, porque son utilizados en el mismo penal".
En la Unidad Nº 19, nueve internos trabajan en la fabricación de quesos, dulce de leche y ricota. "Elaboramos quesos cuartirolo, pategras y reggianito. La idea es que los internos tengan una reinserción en el ámbito del trabajo, que lo pierden una vez que quedan detenidos. Es por ello, que los que están próximos a salir, o que ya tienen salidas transitorias los fines de semana, necesitan el empleo porque los beneficia doblemente. Por un lado, ellos al trabajar, emplean su tiempo y reciben su pago, y por otro es una salida laboral el día que estén afuera del penal", puntualizó Héctor Pereyra, ayudante de 4ª. en el penal de hombres de Ezeiza.
"La mayoría de los que están trabajando en estos momentos, comenzó sin tener conocimientos en la elaboración de quesos y dulces. Ahora, en la actualidad, un grupo se encarga del moldeado de los quesos y llevarlos a la prensa. Otro grupo se ocupa de la elaboración en sí, de los productos, en el que utilizamos aproximadamente 700 litros de leche diarios. Contamos con tambos propios, así que no nos afectó el paro del campo.
También tenemos en el penal, talleres de porcicultura (cría de porcinos), taller de herrería en lo que se realizan desde sillas, mesas de hierro, hasta lámparas de pie. También hay un taller de mecánica, carpintería, chapa y pintura y alimento balanceado. Para acceder a los diferentes talleres, el interno debe tener buena conducta, y poseer una buena actitud de trabajo. Entre los internos que están en el taller de quesería, hay uno que está en la elaboración desde hace tres años, otro que está estudiando peluquería y otro que estudia derecho, fuera del penal", sostuvo Pereyra.
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