Brindis de medianoche

Por Míster Afro | Esto No Está Chequeado | Ilustración: Digital Snatch | #FiccionesEzeicenses


Exalumnos del Instituto Natta se reunieron para despedir el 2025. A las doce de la noche del 31, brindaron con una sidra con carácteres orientales, que todos negaban haber traído.
Apenas bebió, a Julián le pasó algo raro: no sintió nada. Era como tomar agua.
—Qué sidra suave —comentó a las amigas y los amigos, congregados alrededor de la televisión.
En la emisión, una mujer comunicaba: “No hubo apocalipsis tecnológico: vencimos al Y2K y estamos en el siglo XXI”. El logo de Telefé tenía los colores azul, verde y rojo fuera de registro. Abajo, el zócalo informaba: “1° de enero del 2000”.
—¡Muy bueno el especial retro! —lanzó Julián, con una sonrisa.
—¿De qué hablás? —le preguntó Rosana.
Julián sacó el celular del bolsillo para filmar y se encontró con la pantallita de un Nokia negro. Miró a sus compañeros: lucían jóvenes, sin arrugas, canas ni peladas. La tevé era de tubo y llevaba, al costado, una calcomanía de Panza Hermanos. La botella de sidra tenía un diseño que él recordaba de la adolescencia. De fondo se escuchaban fuegos artificiales sobre la calle Gaddini.
—Paren, paren —dijo Julián—. Algo está mal. No llegamos al 2026.
Sus amigos lo rodearon.
—Aflojá con la sidra —le tiró Carlos.
—¡No es un chiste! —gritó Julián—. Volvimos al año 2000.
Una carcajada a coro inundó el living. Julián abrió la boca para explicarles lo que sucedía, pero no sabía por dónde empezar. Se le cruzaron las Torres Gemelas, diversas crisis financieras, la inflación, las guerras, el impacto de las redes sociales, la inteligencia artificial, y solo atinó a revelar:
—En unos veinte años vamos a mirar el mundo desde un teléfono celular…
—Y habrá patinetas para volar, ¿no? —comentó Laura.
—El presidente que viene… —balbuceó Julián—, bueno, los que vienen… van a cantar rock… Queen, Litto Nebbia, La Renga, Charly García… ¡¡Y un año, en el mundo entero, vamos a usar barbijo por una pandemia global!!
—Mucha ciencia ficción —agregó Tomás.
Julián habló del Mundial 2022 y de los goles de Messi. De la temprana muerte del Diego. De que iba a existir un papa argentino. Cualquier cosa sonaba a delirio.
—Escuchen, por favor —señaló, desesperado—. Yo vengo de 2025. Allá nos abruma la sobreinformación. Algunos afirman que nos encontramos al borde de un colapso mundial, por la contaminación, la pobreza, la superpoblación… El reloj atómico podría fallar… Y esto… —miró la mesa— ya pasó…
—Lo que pasó es que tomaste mucho —sentenció Martín y apagó la tele.
Rellenaron las copas con sidra Tunuyán.
—Brindemos de nuevo —propuso Martín—. Capaz volvés.
Julián aceptó y dijo:
—Por si no me creen, disfruten cada instante. Vayan despacio. La vida pasa muy rápido.
Los presentes elogiaron las ocurrencias de Julián. Chocaron las copas. Se abrazaron y se desearon mutua felicidad. Esta vez, la púa del tiempo se mantuvo en el mismo surco.

Esto No Está Chequeado | Sección no basada en hechos reales | Cualquier semejanza con la realidad es mala puntería | Contacto: ezeizaediciones@yahoo.com.ar